Estrategias para Liberarse del Dolor Emocional y Físico
10/22/20243 min read


El dolor físico se traduce en dolor emocional
El dolor físico es una experiencia agotadora, solo podemos pensar en librarnos a toda costa y en el proceso surgen la rabia, la frustración, la ansiedad, la tristeza y la desesperanza de sentir que ya no puedo hacer nada más.
Aceptar la imposibilidad de realizar tareas cotidianas es un gran paso para el paciente que ha sido diagnosticado con Síndrome de Sensibilización Central, Fibromialgia o Fatiga Crónica; admitir que hay actividades “simples” que me provocan dolor o agotamiento, me ha permitido encontrar otras formas de salir del sufrimiento emocional, porque aunque una correcta medicación nos puede facilitar la situación los otros síntomas no se van, incluso a veces aparecen nuevos pero el objetivo hoy para mí y para ti es concentrarnos en estar cómoda aún con los síntomas.
Hace un par de años dejé de comprender las lecturas y por un tiempo me sentí disminuida, afligida de tanto pensar en qué pasaría con mis capacidades intelectuales hasta que entendí que esos pensamientos solo me hacían sentir peor; decidí buscar una forma de estar cómoda con mi incapacidad de no poder leer, así llegaron los audiolibros a mi vida y durante esos casi dos años disfruté la oportunidad de seguir gozando de la lectura a través de mis oídos; #yotambientengofibromialgia y he aprendido que el DOLOR y el SUFRIMIENTO son dos estados diferentes. sin embargo, el dolor emocional puede ser igualmente paralizante.
Aceptación como Primer Paso
Aceptar la imposibilidad de realizar actividades diarias representa un gran avance en el camino hacia la sanación. Esto no significa rendirse, sino reconocer y validar la propia experiencia. Se trata de un paso hacia la compasión, tanto hacia uno mismo como hacia los demás. En lugar de ver las limitaciones como una carga, puedes enfocarte en lo que sí puedes hacer, abrir la puerta a nuevas experiencias y formas de disfrutar el entorno, incluso cuando los síntomas te obligan a estar en cama.
Aceptar que ciertas tareas cotidianas ya no son fáciles es un proceso lento, y parte de él implica aprender a manejar el sufrimiento emocional: La rabia, la frustración y la tristeza pueden brotar cuando te das cuenta de que ya no puedes hacer lo que solías, pero te aseguro que no es permanente, date la oportunidad de observar qué detona tu dolor, qué agudiza tus síntomas .
Vincúlate de una forma compasiva y asertiva con tus síntomas
Practica la atención plena: La meditación y la respiración consciente te permiten estar presente, lo que puede ayudarte a dejar pasar los pensamientos castroficos, los pensamientos derrotistas y cargados de victimismo.
Busca apoyo psicológico: No tengas miedo de hablar sobre cómo te sientes, repasa tus creencias, describe cómo te sientes sin juzgar la emoción; encuentra un terapeuta que te puede proporcionar alivio significativo. Comparte tus pensamientos y emociones, te vas a sentir más aliviada.
Enfócate en actividades que te traigan alegría: La mayoría de las veces, las actividades que solían ser placenteras pasan a ser dolorosas. Esta es la oportunidad de encontrar nuevas maneras de disfrutar de la vida; mirar el atardecer, escuchar el canto de los pájaros, tomar una bebida calientita, dibujar, la clave está en encontrar placer en pequeñas cosas.
Recuerda, lidiar con el dolor emocional es un viaje, y no hay un enfoque único que funcione para todos. La adaptabilidad y la compasión hacia uno mismo son vitales en este camino. Al final del día, aceptar que este viaje es parte de tu experiencia puede ayudar a transformar el sufrimiento en una oportunidad para crecer y descubrir nuevas formas de bienestar.
💜💙💛 "La enfermedad puede ser un obstáculo para el cuerpo pero no para la voluntad" 💚💜💙